Atrévete. No tengas miedo. Arriesga tu vida en cada intento. Tu pesar, tu agonía, son sólo parte del proceso. Convierte tu frustración en una motivación latente, esperando un giro inesperado al igual que una enroscada e impredecible montaña rusa. Avanza con lentitud, duda, siente el sudor de la agonía en tu frente y el placer de libertad en los momentos más álgidos de cada historia. ¡No se te ocurra tirar la toalla! Retrocede y empieza de nuevo si te pierdes. Sólo el esfuerzo valdrá la pena si demuestras toda tu valentía. Deja ya el Tik-Tok. Deja Instagram. ¡Deja el móvil de una puñetera vez! Lee cada artículo como si tu vida dependiera de ello. Mantén los ojos bien abiertos y saborea cada frase y cada palabra escrita, ya que éstas no se eligieron al azar. Reflexiona, y haz que chisporrotee ese sutil pensamiento crítico. Busca el sentido oculto que hay entre líneas. Cada párrafo, cada página, es el mapa de un tesoro perdido. Esto, de forma resumida, es Bambú Hueco. No es un simple periódico repleto de tonterías. No somos un puñado de locos que trabajan por ganar simpatías. No te confundas, amigo. No seas tan necio. Este periódico es mucho más que una invitación al arte literario. Es una lucha incesante para darle valor y sentido a tu vida, a la mía, a la de todos. Es forjar el acero para ser dueño del destino. Así que si tu curiosidad es digna de nosotros haz lo que te digo. Lee. Sigue leyendo. Y sumérgete en un sueño lleno de luces y aromas infinitos. Tú hazlo. Ya verás. Adéntrate en lo desconocido y verás cuánto te digo...